Yo era como todos y sigo siéndolo pero en menor medida. Todos los comienzos de año me ponía mis grandes metas: adelgazar no se cuantos kilos, hacer deporte no se cuantos días a la semana, aprender inglés como el verdadero hijo de Shakespeare… y luego pasaba lo de siempre, al mes ya se me había olvidado todos mis propósitos. Había vuelto a ser derrotada en estas batallas. ¿Te suena verdad?
Competencias
Ninjas de Whatsapp: aprende a usar el cacharrito
Bip… bip… bip… (ahora lo pongo en silencio)… prrrrrrrr!!!, prrrrrrr!!!!. ¿Sabes ya lo qué es esto?. Esto es estar sentado al lado de alguien que tiene las notificaciones de Whatsapp habilitadas.
Aprende a gestionar el tiempo
Más o menos a los dos años de empezar a trabajar me fui dando cuenta de que los días se me escurrían como el agua entre los dedos. Me di cuenta de que el tiempo no me cundía como yo quería que me cundiera. Sabía que tenía muchas cosas que hacer pero también sabía que tenía que aprender a gestionar mi tiempo.
Cómo dejé de llegar tarde a los sitios
Lo típico: quedas con un amigo y acabas llegando 20 minutos tarde. ¿A quién no le ha pasado?. Efectivamente, esto nos ha pasado a todos. Llegar tarde no es malo en sí mismo si ocurre de manera aislada. Cualquiera puede tener un despiste pero es que en mi caso era muy grave. Déjame que te cuente cómo aprendí a no llegar tarde a los sitios. De verdad, es súper fácil hacerlo.