No he sido una de esas personas a las que hubiera que echar broncas. Cuando tenía que estudiar en el colegio estudiaba. No era el mejor de la clase pero me rentaba lo poco que hacía y aunque mis padres me animaban a estudiar un poco más para sacar mejores notas nunca me dio la gana y tampoco me llevé muchas broncas por no hacerlo.
Ahora bien, fue empezar a trabajar recién salido de la universidad y las broncas me llovían a mares. La primera bronca del jefe me costó un trabajo de becario. ¿Quieres saber cómo resolví el problema?